El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en colaboración con la Universidad de Addis Abeba (Etiopía) ha patentado un material para la purificación del agua.
El flúor es importante en su dosis justa, pero cuando son elevadas dan lugar a anomalías como la fluorosis dental y la esquelética.
La investigadora del CSIC, Isabel Díaz, responsable de las investigaciones, ha explicado que "la principal ventaja de la patente con respecto a otros eliminadores de flúor reside en que el mineral base de la invención procede directamente de Etiopía" y, teniendo en cuenta que el país "posee grandes yacimientos de estilbita sin explotar, el tratamiento que requiere el material purificante es sumamente simple y barato".
Otro de los miembros del equipo, Joaquín Pérez Pariente, ha señalado que "una vez obtenido el material, el paso final únicamente consiste en sumergirlo en un recipiente junto al agua a descontaminar". El proceso se lleva a cabo a temperatura ambiente.
La presencia de flúor en el agua, al igual que los depósitos de la zeolita estilbita, se asocia a regiones volcánicas. Para el investigador del CSIC Luis Gómez-Hortigüela, "este fenómeno permite disponer del eliminador de flúor en el mismo lugar donde se requiere salvando el coste del transporte". Según ha apuntado Gómez-Hortigüela, un equipo de la universidad etíope "está actualmente estudiando la viabilidad de la explotación de los yacimientos de estilbita".
En este sentido, ha señalado que "la elevada pureza en la que se haya el mineral parece hacer viable su extracción y explotación". La colaboración entre el CSIC y Etiopía también ha dado lugar al desarrollo de una patente para preparar compuestos metalo-orgánicos (MOFs, de sus siglas en inglés Metal-Organic Frameworks).
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